La alegría es la vieja paradoja entre el ser humano y la naturaleza. Hace mucho tiempo, las personas se separaron de su entorno natural y desde entonces han sufrido la falta del sentimiento esencial de unidad y pertenencia. Este film poético acepta la brutalidad como parte del mundo para así experimentar la unidad que nos libera de los sufrimientos del aislamiento. Todos somos parte de las mismas luchas y armonía, de esta danza frenética de euforia y aceptación.