En Armstrong, Provincia de Santa Fe, una cooperativa eléctrica decidió tomar en sus manos la producción de electricidad y, a través de una alianza con organismos del Estado, construyó su propio parque eólico e instaló sistemas de autoproducción en veinte casas de la localidad. Este proceso de generación distribuida acerca los centros de producción con los de consumo de energía y lleva a nivel local la decisión de qué energía se produce y para qué.