Un hombre se despierta en un mundo en el que el agua ha desaparecido. No hay agua en las cañerías ni en las botellas. De las nubes no cae ni una gota. Hasta el mar se ha vuelto un desierto. Sin embargo, todos se comportan como si nada pasara. En los bares, se bebe de copas vacías, una saltadora se lanza de un trampolín hacia una piscina seca. Sólo el protagonista se da cuenta de la increíble desaparición, y nadie le hace caso.