Dos osos polares quedan a la deriva en el Ártico y son llevados al exilio debido al calentamiento global. A duras penas sobreviven siguiendo la corriente, lo justo para llegar a una isla muy distinta a su hábitat. Allí encontrarán a una especie de osos pardos nativos del área con unas costumbres distintas y con quienes intentarán vivir.