Una niña guaraní encuentra un maíz tradicional que nunca había visto antes. La belleza de las coloridas semillas la maravilla e intenta cultivarlas. Se le presentan muchas dificultades que la llevan a cuestionar su lugar en el mundo y el de su gente: ¿quién es ella?, ¿por qué su gente lucha por la tierra?. Una niña que no se rinde nos muestra que, incluso en un contexto tan adverso, la cultura guaraní tiene mucha fuerza para resistir, sembrar y crecer.