Un día, mientras recolecta frutas de jagua, una pequeña Embera Katío, Chidima, atraída por el brillo de un sapo místico, ingresa a la zona prohibida en los terrenos de la hidroeléctrica que ha puesto a su pueblo en peligro, en donde descubre por accidente una cueva sagrada. La niña huye asustada y le cuenta a su abuelo lo que vio, trayendo inesperadamente una nueva esperanza para su gente.