Si los chamanes dejan de bailar y la vida en la selva pierde su equilibrio, el cielo caerá y aplastará todo lo que haya debajo». Esta sabiduría es transmitida en la Amazonia brasileña por cada generación de yanomamis. Pero los buscadores de oro contaminan los ríos, los chamanes mueren, la selva perece y la tierra se calienta. Davi Kopenawa, chamán, jefe y conocido portavoz de los yanomami, lleva más de 40 años luchando contra estas amenazas.