La proliferación de presas hidroeléctricas en el río Mekong, destinadas a abastecer de energía a las megalópolis vecinas, obliga a Samnang, líder de una comunidad indígena, a luchar por su supervivencia y la de la naturaleza. Mientras tanto, en la capital camboyana, Sothy, pintor y superviviente del genocidio de los Jemeres Rojos, se aplica a un deber de memoria y, a través de su arte, revela una violencia que parece repetirse. A través del espacio y el tiempo, se establece un diálogo.